jueves, 15 de agosto de 2013

heart me
Porque me he dado cuenta que no vale la pena darle importancia a las cosas que no la tienen. Nos creemos muy sabios, pensamos que todo lo sabemos. Pero aun nos quedan muchos errores por cometer, demasiadas lecciones por aprender. Tropezaremos hasta que nos sangren las heridas, pero luego todas terminan por cicatrizar. El tiempo es una tirita que junta los pedacitos que quedan de aquello que has sido, y que quizá nunca volverás a ser. Crecemos. Maduramos. Solo que no siempre al ritmo necesario. ¿Qué sabremos nosotros de la vida? Cada problema, cada obstáculo parece un mundo que nos impide tener lo que esperamos, hacer lo que queremos. Aunque si algo he aprendido, por poquito que sea, es que hundirse realmente no sirve de nada. Las cicatrices no son malas, nos recuerdan las equivocaciones que hemos tenido, las lágrimas malgastadas. Pero también que aquello por lo que luchamos fue real, que las metas no siempre se consiguen pero son necesarias para poder guardar un poquito de ilusión debajo de la almohada. Yo estoy lleno de pequeñas cicatrices. Y la verdad es que estoy orgullosa de todas y cada una de ellas.


Hoy es mi santo!!:) y no, no me llamo Maria, ni Alba, me llamo Ainoa, pero según me explico una mujer que entiende sobre esto, Ainoa en el País Vasco(España) significa Maria, no sé si es cierto, pero igualmente llevo toda mi vida celebrando mi santo el 15 de agosto, asi que nada! felicidades a las Marias

10 comentarios:

SarahConH!! dijo...

¡Feliz santo! hahaha me encanto tu texto, me identifique muchísimo :/ espero que estés bien <3

Novocaina dijo...

nosotros no sabemos nada de la vida y eso es lo maravilloso de vivirla.
Además, aunque malgastemos lágrimas y lamentemos haberlo hecho, aprendemos a seguir intentándolo como bien decís.
Creo que estoy en ese proceso de enorgullecerme de las pequeñas cicatrices, y si debo aprender a abarcar otras, estaré lista para ello. Aunque, circulo vicioso, deba llorar en vano (o no...)
eso sí, hundirse es innecesario
De todo se sale
y como dice una canción "hay una grieta en todo, así es como entra la luz"

besos!

luis alvarez dijo...

Siempre vale la pena dar la lucha :)
Lindo texto Ainoa, y feliz Santo :)

Esperanza dijo...

En primer lugar ¡¡feliz santooo!!
Claro que si, las cicatrices son buenas para aprender y como mi mamá me dijo siempre "lo que escuece cura" con eso me quedo, si no caemos no aprendemos y todo se valora mas cuando cuesta conseguirlo.
Un abrazo!

Unknown dijo...

¡Qué preciosidad de entrada! En serio, estoy muy contenta de haber encontrado tu blog. Espero nuevas entradas tan hermosas como las de ahora ^^

Un beso, ADE♥

Tábata ♥ dijo...

Que bonita la entrada, la vida nos enseña poco a poco, caida a caida y de nada sirve quedarse en el suelo. Hay que levantarse y luchar, y aprender, recordar aquellas caidas sin que las lágrimas se escurran por tus mejillas... Bonita entrada, y por cierto, feliiiiz santoooo! :D
¡Nos leemos!

Mi Álter Ego dijo...

Las cicatrices nos recuerdan quiénes somos...

Un besote y feliz santo!!

Camila dijo...

Que bonito lo que escribiste, Noa, me encantó. De todas las causas se aprende <3
Feliz santo entonces :) besos!

Priscila dijo...

Ainoa? QUÉ HERMOSO NOMBRE, nunca lo había oído, me encanta!
Uy la entrada , está genial. A veces las cicatrices sirven para no volver a cometer esos errores que las dejaron.
Besos

Touché. dijo...

Yo tampoco me llamo María y también fue mi santo. Me llamo Miriam y según cuentan, en el cristianismo, Miriam era hermana de María, la Virgen, y es igual, por eso se celebra el mismo día.