jueves, 4 de julio de 2013

Un mundo por dentro

:c | via FacebookSoñar, con un mundo mágico, en el que existen las hadas y los duendes, los unicornios y los príncipes azules.
Escapar de la realidad, y no volver nunca jamás al mundo real. Vivir en tu propio mundo, sin que nadie ni nada te moleste. Poder hacer lo que te venga en gana siempre, sin que nadie te reproche nada. Poder tararear esa canción que llevas en la cabeza tanto tiempo, al son de las olas al chocar contra el acantilado. Poder sentir como el viento te golpea suavemente en la cara, y te remueve el pelo sonriendo al mismo tiempo de total felicidad. Reír de gozo a más no poder, y luego, que te duelan los mofletes y la tripa de tanto reír. Observar la puesta de sol abrazada a esa persona que tanto amas. Contar estrellas echada en la hierba, y tener que volver a empezar una y otra vez por estarte perdiendo cada dos por tres. Quedarte embobada pensando en él y que sin darte cuenta se te dibuje una sonrisa en la cara.
Pensar que lo imposible puede ser posible, y que lo posible es lo imposible. Correr y brincar por praderas cubiertas por un manto rojo de amapolas, reír, caerte y reírte de la caída; volver a levantarte y proseguir aquella carrera sin fin. Detenerte con la cara roja a causa del cansancio y echarte un rato en el suelo verde y mirar el horizonte, con una sonrisa en la cara de felicidad.
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3 comentarios:

Memphis dijo...

A veces yo también quiero sentirme así y hay momentos en los que estás así, con los amigos (en mi caso) pero te duermes y al día siguiente vuelves a la cruda realidad.
Un beso

Cat dijo...

Esa sensación mola tenerla a veces. Pero por desgracia no siempre se puede, por no decirte nunca!
Un besote!^^

Sharon. dijo...

Me gustaría poder sentir eso aunque sea por unas horas.
Saludos.