Que quiero reír, saltar, bailar, cantar, dibujar corazones con su nombre en los márgenes de la libreta, poder tomarme un trozo de tarta sin que luego me arrepienta. Llorar de felicidad, emocionarme con los finales felices de las películas y hacerme falsas ilusiones de qué eso me podría pasar a mi, aunque en el fondo sepa que no sea posible. Quedar con amigos, empezar a reír y reír, luego pasar a las carcajadas, hasta que me empiece a ahogar y a toser, que se me ponga la cara roja como un tomate, y cuando se me pase, volver a reír. Bailar bajo la lluvia, hasta que se me cale la ropa y empiece a tiritar a más no poder a causa del frío. Soñar despierta con ese príncipe azul que tan loca me trae, poder sentir el cálido roce de sus labios con los míos, y sentir su sonrisa mientras nos besamos. Ponerme eufórica al sacar un cinco raspao en el examen de matemáticas. Contarle todos mis secretos a esa amiga que siempre a estado a mi lado, y que ella me cuente los suyos. Organizar una 'tarde de chicas' y estar todo el rato pasando de una risa a otra. Porque quizás sea eso, risas, lo único que necesitamos en esta vida. Una buena ración de risas y felicidad.